Nace el Deseo








Voy a perderme en ti,


acercarme como un sutil pensamiento,


cómo se posa una pluma llevada por el viento.


Acercar tu boca a mi boca,


despacio,


midiendo tu cuerpo atado al mío


prolongando el instante


para seguir muriendo.


Mis manos atadas a tu espalda,


mi ardor incrustado en tu pecho.


El fuego crepita en mis venas.


El aire se escapa en jadeos...


La sangre fluye a raudales,


en un viaje al desfallecimiento.


Desatas mi locura con tu boca,


cuando susurras en mi silencio...


No… no pares, no me sueltes,


Y mis poros gritan tu nombre,


allí… atada a tu lecho


 es donde nace el
deseo...


Donde se consume mi amor…


Y tu… inmóvil e inofensiva






Pierdes todo tu temor

No hay comentarios.:

Publicar un comentario