Ideario de una Sumisa













( recopilaciones y conceptos )





Soy una mujer sumisa…play


Palabras que encontré que reflejan lo que soy...


Soy una mujer sumisa. Encuentro placer y goce de ser sumisa
en una relación de pareja. No soy débil o estúpida. Soy una mujer fuerte, con
pensamientos claros y un concepto definido de cómo quiero que sea mi vida. No
sirvo a mi Am@ por ser débil sino por mi fuerza y orgullo.





Busco a mi Amo para que me amor y protección ya que nunca me
siento tan llena como cuando Él está conmigo. Se que el protegerá mi cuerpo, mi
alma, y mi mente con su fuerza e inteligencia. Él lo es todo para mí y yo lo
soy todo para Él. Su tacto me despierta y sus pensamientos me liberan. Solo
sirviéndole me siento completamente feliz.





Sus castigos son duros, pero los acepto gustosamente
sabiendo que siempre desea lo mejor para mí. Si desea mi cuerpo, se lo doy,
satisfecha, y me da un enorme placer saber que estoy haciéndole feliz. Sin
embargo, el placer carnal es solo una faceta de nuestra relación. El amor, la
confianza, el compartir, también conforman una parte muy importante de nuestra
relación.





Mi cuerpo es suyo y si Él dice que es bonito, lo es. No
importa cómo me vean los demás, soy bella a sus ojos, y por eso camino con la
cabeza bien alta, porque, ¿quién puede decir que mi Amo no está en lo cierto
cuando dice que soy bella?





Si me dice que soy su princesa, lo soy... Si me dice que soy
su juguete, lo soy, su perra, su felpudo, lo soy... tan sensual y lasciva como
Él lo desea, y si otros no lo ven, es que están ciegos.





Mi mente es suya, y solo Él la conoce por completo. No tengo
secretos para Él, porque los secretos me apartarían de ser suya por completo.
Los secretos pondrían una barrera entre mi Amo y yo, y yo, no quiero barreras.
Sus enseñanzas no son algo que yo busque o imagine, son algo que ha decidido
que yo necesito y yo aprendo de Él.


Mi alma es suya, tan desnuda como puede estarlo mi cuerpo
cuando estoy postrada a sus pies. No hay un solo momento en el que no note su
presencia, incluso cuando no está conmigo. No se me ocurriría jamás enfurecerle
ni traicionarle ya que sería un castigo horrible para mí, peor incluso que cualquier
latigazo. El desconcierto de mi alma, cuando lo enfado, es peor de soportar que
la angustia física que siento cuando me golpea con su cinturón.





Paso mis días sabiendo que la energía y la fuerza que pone
en nuestra relación, es beneficiosa tanto para Él como para mí. Su parte es
mucho más dura que la mía, y le agradezco enormemente que se preocupe por mí y
me regale todo su tiempo. Yo tengo la parte más sencilla: experimentar, sentir,
dejarme ir y abandonarme en Él. Soy su placer y su responsabilidad y así me
trata.









Soy una mujer sumisa. Estoy orgullosa de serlo. Mi sumisión
es un regalo que no doy a la ligera, sino que solo puedo dárselo a alguien que
lo aprecie por completo y lo recompense. Solo a Él me entrego por completo
porque soy fuerte y orgullosa. En resumen: soy una mujer sumisa.

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